La personalidad
La personalidad se puede definir como un patrón de rasgos emocionales, cognitivos y comportamentales que son persistentes a lo largo del tiempo.
La personalidad tiene su origen en tres tipos de factores:
- Los factores biológicos básicos que incluyen la herencia y los factores maternos prenatales.
- Los factores bioambientales que están en la base del desarrollo neuropsicológico y dónde están inextricablemente unido lo biológico y lo ambiental.
- Y los factores puramente ambientales que incluyen el aprendizaje por contigüidad, el instrumental y el vicario.
Las experiencias tempranas de la infancia son las más determinantes para la construcción de la personalidad. Éstas están muy unidas a los aspectos biológicos y darán la base para los futuros aprendizajes a lo largo de la vida.
No obstante, la personalidad y los trastornos son susceptibles de cambiar.
Personalidad normal y anormal
La normalidad o anormalidad de la personalidad no se pueden considerar como categorías diferentes, es mejor considerar como un continuum que va desde una personalidad saludable a otra que no lo es.
Se puede considerar que un individuo tiene una personalidad saludable cuando:
- Se tiene capacidad para adaptarse al ambiente.
- La percepción de uno o del ambiente es constructiva.
- Los patrones de conducta son saludables.
Y se puede considerar que un individuo tiene una personalidad anormal y no saludable cuando:
- El individuo es inflexible y poco adaptativo.
- La percepción de uno mismo o del entorno son negativas y frustrantes.
- Los patrones de conducta del individuo tienen efectos negativos para la salud.
Estos rasgos son los propios de los denominados trastornos de personalidad.
En el esquema que sigue se muestras los tipos de personalidad considerados normales que en la medida en que se van haciendo desadaptativos, negativos en insalubres darán lugar al correspondiente trastorno de personalidad.
Los tipos de personalidad son situados dentro de dos ejes: el que se refiere al tipo de vinculación establecido con los cuidadores en la etapa infantil, más dependiente o más autónomo, y el que se refiere a la expresividad emocional del individuo.