El esquema de vulnerabilidad

El esquema de vulnerabilidad es el propio de las personas temerosas que ven peligros por todos lados. La frase que mejor representa este esquema es “¡Algo malo va a pasar!”.

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Los orígenes de este esquema pueden estar en algunos de estos desencadenantes:

  • Padres sobreprotectores que transmiten a los hijos sensación de fragilidad e incompetencia para enfrentarte a situaciones que ellos consideran peligrosas, muchas veces sin serlo realmente.
  • Padres que tenían también el esquema de vulnerabilidad y experimentaban miedos e inseguridades que los hijos aprendieron al observarlos. Los padres podrían tener fobias a las enfermedades, a perder el control, a los incendios, a perder el trabajo, a la ruina económica, etc.
  • Padres que no protegieron  a sus hijos en situaciones reales de peligro físico, emocional, social, etc.
  • Haber experimentado alguna situación grave en la infancia de vulnerabilidad, por ejemplo, una enfermedad o un accidente.
  • La enfermedad y/o muerte de un familiar cercano.

El esquema de vulnerabilidad en la vida adulta

Este esquema es uno de los más sufridos ya que una percepción de peligro continua genera un gran malestar en la vida de la persona que lo padece. Este esquema se puede presentar de varias maneras:

  • Preocupaciones continuas por un motivo o por otro. Una preocupación se acaba cuando viene otra mayor.
  • Posibilidad de que aparezcan ataques de pánico, con miedo a la muerte, a la locura o a perder el control.
  • Preocupación por las enfermedades de una manera poco racional, con chequeos excesivos o todo lo contrario, con fobia a los médico y a los hospitales.
  • Miedo a los accidentes, a los delincuentes, a los terroristas, a los secuestradores, etc.
  • Preocupaciones por el trabajo y por la economía, con miedos irracionales a perder el trabajo o a arruinarse.
  • Estos miedos y preocupaciones son extensibles a los familiares más cercanos.
  • Gran dificultad para poder disfrutar y divertirse en la vida, siempre hay alguna preocupación que lo impide.
  • Búsqueda para la pareja de personas protectoras que supongan un apoyo y una seguridad.
  • Limitación de actividades que se pueden considerar peligrosas: relacionarse con gente desconocida, hacer viajes, hacer inversiones de cierto riesgo, etc., todo lo que supone salir de la zona de confort es vivido como peligroso.
  • Es normal que cuando las preocupaciones y los miedos no son enfrentados sean transmitidos a los hijos.
  • Pueden aparecer obsesiones ligadas a los miedos principales y en algunos casos compulsiones, esto es, comportamientos realizados de manera mecánica para combatir los miedos como por ejemplo lavarse muchos las manos para prevenir enfermedades.
  • Puede generarse una gran dependencia a los medicamentos, especialmente a los ansiolíticos, también al alcohol para reducir los niveles de ansiedad y preocupación.

¿Qué tipo de terapia realizan los psicólogos para poder superar el esquema de vulnerabilidad?

La terapia del esquema de vulnerabilidad consiste en :

  • Identificar aquellos comportamientos disfuncionales ligados al esquema de vulnerabilidad en la vida cotidiana.
  • Realizar un trabajo de reestructuración cognitiva o cambio de los pensamientos nucleares del esquema.
  • Realizar una lista con todos los miedos y situaciones temidas ordenada de menor a mayor. Y posteriormente con la debida preparación terapéutica se van abordando todas esas situaciones. Sólo cuando es superado un temor no exponemos al siguiente de mayor intensidad. Las exposiciones se hacen primero en imaginación y después en la realidad.
  • Reconocer al niño vulnerable interior. En terapia se realiza un trabajo para hacer que ese niño encuentre recursos que le hagan sentir más fuerte y capaz de abordar sus temores y preocupaciones.
  • Practicar técnicas de relajación y mindfulness.
  • Hacer ejercicios de exposición a las sensaciones de ansiedad para ir generando mayor tolerancia a esos estados del organismo.
  • Reforzar generosamente cada avance en la superación de esos miedos.

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