El esquema de abandono

Es el esquema propio de los niños que han vivido la experiencia de abandono por uno o los dos padres. La falta de atención, interés, cuidado o protección por parte de los padres hace que el niño se sienta abandonado y solo.

En nuestro trabajo, los psicólogos constatamos que la vivencia de abandono no tiene que ver siempre con un comportamiento real de abandono por parte de los padres sino que otras circunstancias pueden favorecer el surgimiento de este esquema en el niño.

Tal es el caso del nacimiento de otros hermanos menores, que al requerir más atención por parte de la madre, hacen que el niño se sienta abandonado.

Otras circunstancias son la dedicación de los padres al trabajo y el ceder el cuidado del niño a terceras personas. Esto hace que el niño no sienta la proximidad, cuidado y protección requeridos y le fomenta la vivencia de abandono.

La muerte de alguno de los padres también puede generar el sentimiento de abandono en el hijo que no tiene capacidad para razonar sobre la involuntariedad de la muerte y si vivencia emocionalmente ese sentimiento de pérdida, soledad y abandono.

Otras experiencias que pueden favorecer el surgimiento de este esquema son el alejamiento de alguno de los padres por motivos de trabajo, el quedarse el niño al cuidado de los abuelos, las estancias en internamientos escolares, los ingresos hospitalarios de alguno de los padres, etc.

Los psicólogos descubrimos este esquema en gran cantidad de pacientes y resulta casi epidémico en nuestra actual sociedad dónde los padres dedican gran cantidad de tiempo al trabajo en detrimento del cuidado de los niños.

El esquema de abandono en la vida adulta

Los efectos de este esquema a lo largo de la vida pueden mostrarse en las siguientes manifestaciones:

  • Fuerte inseguridad en las relaciones afectivas con un miedo excesivo e irracional acerca de la idea del abandono por parte de la pareja.
  • Comportamientos defensivos ante la posibilidad de abandono: posesividad o dependencia excesiva sobre la pareja.
  • Sobrevaloración e idealización de la pareja. Si el abandono de los padres ha hecho sentir al niño que es poco valioso, éste de adulto va a sobrevalorar a la pareja que le haga caso. Los psicólogos, con frecuencia descubrimos junto a la idealización, un sentimiento infantil de no sentirse digno del afecto o amor de su pareja.
  • Sentimientos de inferioridad en las relaciones afectivas. El sujeto cree que no es capaz de dar la talla en una relación sentimental y que más pronto que tarde será abandonado.
  • Actitud derrotista y de fracaso por anticipado en cualquier relación. De ahí que una de las manifestaciones de este esquema es la de no comprometerse en las relaciones de pareja ya que el sujeto teme ser abandonado.
  • Paradójicamente, el sujeto busca el emparejamiento con personas que favorecen la reviviscencia de los sentimientos de abandono. Pueden ser personas poco comprometidas, frías o infieles.

Los psicólogos descubren en el esquema de abandono la utilización del mecanismo de defensa de la rendición.
El sujeto con esquema de abandono suele tener un marcado sentimiento de inseguridad a la hora de establecer relaciones sentimentales.

¿Qué tipo de terapia realizan los psicólogos para poder superar este esquema?

Como cualquier terapia que se realiza con los esquemas, lo primero es identificarlo y observar su incidencia en los comportamientos cotidianos y en las relaciones personales.

A partir de aquí se realiza un trabajo de tipo cognitivo para aprender a cambiar las creencias nucleares de este esquema, un trabajo vivencial para recuperar los recuerdos infantiles asociados al esquema lo que permiten encuadrar la problemática y acceder a los contenidos emocionales evitados y un trabajo interpersonal en la relación terapéutica para identificar las manifestaciones del esquema en las interacciones con el psicólogo.

Parte fundamental de este trabajo es identificar y anular los mecanismos psicológicos de defensa utilizados por el sujeto con esquema de abandono.

 

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